Dice la leyenda que Tetis, madre de Aquiles, fue advertida que su hijo moriría si llegaba a pisar la tierra de Troya. Tetis tratando de evitar la muerte de su hijo lo encomendó al Rey Nicomedes, quien lo escondió en su corte, en donde Aquiles vivía vistiendo y actuando como una joven mujer.
En esa etapa de su vida, Aquiles, transformado en una bella mujer era conocida como Pirra, nombre dado por el color rojo de su cabello.
En ese tiempo no sólo vivió Aquiles como une hermosa chica, sino que terminó enamorándose de una de las hijas del rey Licomedes, de nombre DEIDAMIA,a quien según la leyenda Aquiles atendía siendo su hermosa doncella
Loa griegos quienes esperaban contar con el diestro guerrero, enterados de que Aquiles vivía escondido en la corte de Licomedes, enviaron a Ulises a buscarlo. Al no poder reconocerlo, ya que el heroe pasaba por una hermosa mujer, Ulises recurrió a un ardid, llevando como presente para a corte un cofre con exquisitos presentes vestidos, joyas, afeites entre los cuales colocó algunas armas.
En el momento en que las damas revisaban los presentes, mando Ulises a tocar la advertencia de peligro, haciendo creer que se trataba de una invasión. En ese momento Aquiles no pudo reprimir su instinto guerrero y tomo las armas con lo cual se vió descubierto.
Al verse descubierto Aquiles antes de dejar la isla se caso con la bella DEIDAMIA, quien fue su primera mujer y con la cual tuvo a su único hijo.
Aquiles partió a Troya, donde se cumplio la profecia, convirtiendose en uno de los mas grandes heroes de la historia………….Doncella y Heroe…….
“Canta oh Diosa la cólera de Aquiles”
Este fragmento de CALDERÓN DE LA BARCA
en: LAS MANOS BLANCAS NO OFENDEN
Recoge la leyenda de Aquiles como Enamorada de Deidamia
¿Para que sirva a Deidamia
traje de mujer le viste?
¡Ay de mí, triste,
que mi vida estas voces me repiten!
Callad, callad; que parece
que el tono y letra que oí,
no por Aquiles, por mí
se hizo; pues en él me ofrece
no sé qué sombras la idea
que presumo que soy yo
quien en mujer transformó
su madre; pues que desea
que, entre mujeres crïado,
de Marte el furor ignore,
y melancólico llore
las amenazas del hado,
sin que a mi dolor penoso
alivie el daño; pues dél
sólo me da lo crüel
y me niega lo piadoso.
Pues ya que como mujer,
contra mi ambición altiva,
quiere que encerrado viva,
pudiera también hacer
que como mujer sirviera
a otra má s bella, má s rara
Deidamia, de quien gozara
sólo la vista siquiera.
Y puesto que mis tormentos
tanto me ahogan, callad,
y para siempre arrojad
o romped los instrumentos;
que no quiero, cuando yo
lloro un oculto pesar,
oír cantar, por no cantar.
en: LAS MANOS BLANCAS NO OFENDEN
Recoge la leyenda de Aquiles como Enamorada de Deidamia
¿Para que sirva a Deidamia
traje de mujer le viste?
¡Ay de mí, triste,
que mi vida estas voces me repiten!
Callad, callad; que parece
que el tono y letra que oí,
no por Aquiles, por mí
se hizo; pues en él me ofrece
no sé qué sombras la idea
que presumo que soy yo
quien en mujer transformó
su madre; pues que desea
que, entre mujeres crïado,
de Marte el furor ignore,
y melancólico llore
las amenazas del hado,
sin que a mi dolor penoso
alivie el daño; pues dél
sólo me da lo crüel
y me niega lo piadoso.
Pues ya que como mujer,
contra mi ambición altiva,
quiere que encerrado viva,
pudiera también hacer
que como mujer sirviera
a otra má s bella, má s rara
Deidamia, de quien gozara
sólo la vista siquiera.
Y puesto que mis tormentos
tanto me ahogan, callad,
y para siempre arrojad
o romped los instrumentos;
que no quiero, cuando yo
lloro un oculto pesar,
oír cantar, por no cantar.
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